Póker

Tony Lawler firmó las bases de su ONG pro hispanos, tres meses antes de la partida de póker que se llevaba a cabo en ese momento en el Bellagio de Las Vegas, en la sala de partidas privadas Luxor.
Esas bases pretendían establecer el total de beneficios que la ONG destinaría a las comunidades hispanohablantes del norte de los Estados Unidos de América. Esos beneficios, a parte del fondo gubernamental destinado para ello, procedirían de partidas de juegos de azar que sus integrantes ganaran.

Lawler se enteró de la partida organizada por el gerente de la sala Luxor (quien pretendía limpiar el dinero negro que la sala estaba ganando ultimamente en gente que probablemente se lo devolvería limpio en el plazo de pocos meses) y de la cantidad de dinero que estaba en juego por boca del subdirector de la ONG, y decidió que sería el mismo quien jugaría por esa cantidad.

El sonido de la ginebra al mezclarse con el delicioso vodka importado expresamente para esa partida en su vaso lo izo volver a la realidad.

Se fijó en el montón de dinero de cada uno: el tejano tenía el tapete de su dinero practicamente a rebosar (a pesar de las últimas manos que le había ganado), el de la dulce Miaka (con quien había charlado antes de la partida) que estaba un poco más lleno de fichas negras y doradas que al incio, y el del intrigante indio que tenía más o menos las mismas fichas que él.
Y finalmente se fijó en el montón de las apuestas, quizás la vez que más dinero se estaba apostando (todos habían cambiado de carta al menos una vez, y el hindú pese a no haber mirado aún baraja desde que había cambiado por última vez de carta, estaba haciendo una apuesta bastante arriesgada).

Sabía que iba a ganar esa partida, pues era bastante difícil que alguien pudiera superar su póker de 5, pero no quería hacer una apuesta demasiado arriesgada, sólo quería ir ganando el dinero poco a poco, que no se notara demasiado su presencia, pero de la forma en que el tejano le miraba, juraría que se la tenía jurada.

Así que, dándole un sorbo al ginebra con vodka, igualó y dobló la apuesta de DD.